Hubo una sucesión de desencuentros con el Presidente. Algunos creen que podrían compartir una foto antes de fin de año. Otros consideran que no hay interés en la Casa Rosada.
La líder de la Coalición Cívica (CC), la diputada Elisa Carrió, culmina el año distanciada del presidente Mauricio Macri, tras una acumulación de diferencias con el gobierno nacional y el frente Cambiemos, aunque permanece dentro de la coalición, define su futuro político e inicia trámites para jubilarse.
“Distante y cada vez con más diferencias”. Así define su entorno por estas horas el estado de relación entre el Presidente y Carrió, que acaba de iniciar los trámites para su jubilación, si bien su mandato como diputada termina en 2021.
El último cortocircuito con el Poder Ejecutivo se produjo hace pocos días, cuando “Lilita” embistió duramente contra el protocolo del Ministerio de Seguridad, que encabeza Patricia Bullrich, sobre el uso de armas de fuego por parte de las fuerzas de seguridad, al afirmar que “viola los derechos humanos fundamentales”.
“Nosotros no vamos a ir al fascismo. Esto no significa que la Policía no tenga el poder para mantener el orden, pero a la ministro se le va la mano”, expresó Carrió a través de su cuenta de Twitter, la red social que utiliza habitualmente para hacer resonar sus críticas a distintas medidas adoptadas por el Gobierno.
Ante el enojo y malestar del Ejecutivo por las nuevas críticas de una de las fundadoras de Cambiemos, dirigentes cercanos, como la diputada nacional y presidenta de la CC-ARI porteña, Paula Oliveto Lago, debieron salir a aclarar que -pese al distanciamiento en algunos temas- la alianza oficialista “no corre ningún peligro” y que “no es la intención” de Carrió abandonar el espacio.
Sin embargo, hace muchas semanas que Macri y Carrió no se encuentran personalmente ni hablan, tal como solían hacer cuando alguna cuestión espinosa amenazaba con enfriar la relación afectuosa que supieron construir ambos dirigentes.
Antes de las críticas al protocolo de seguridad, en una de sus últimas apariciones públicas -en octubre, en el programa de Mirtha Legrand- Carrió había dicho que todavía había “posibilidad de recomponer” la relación con Macri, aunque con una advertencia: “No quiero que se generen dentro de seis meses, porque en ese plazo hay ruptura”.
“Lo quiero mucho a Macri, pero perdí la confianza en él en la lucha contra la corrupción”, disparó en ese momento la chaqueña, quien calificó el momento que pasa con el Presidente como un “divorcio transitorio, pero necesario”.
Pero las diferencias y tensiones que viene sumando Lilita con el gobierno nacional se presentan desde principios de año. Otro de los blancos preferidos de la líder de la CC durante el 2018 fue el ministro de Justicia, Germán Garavano, contra quien presentó en octubre un pedido de juicio político.
La disputa entre Carrió y Garavano se desató cuando el ministro dijo, pocas horas antes de que el ex presidente y actual senador Carlos Menem fuera sobreseído por prescripción de la causa armas, que nunca era “bueno para un país que un ex presidente esté detenido o se pida su detención”.
En el pedido de juicio político que pidió en su contra, Carrió lo acusó de “mal desempeño y eventuales delitos en sus funciones”. Entre otras cuestiones, la CC considera que Garavano habría dado una “orden expresa y formal” a la Unidad Fiscal AMIA para pedir la absolución de los ex fiscales Eamon Müllen y José Barbaccia en el juicio de encubrimiento y desvío de las investigaciones del atentado a la mutual judía.
El escrito que presentó Carrió hizo referencia también a la vinculación del abogado que hizo la presentación en favor de los ex fiscales, José Console, secretario del Tribunal de Disciplina de Boca Juniors, con el presidente de ese club, Daniel Angelici, a quien Carrió criticó en varias oportunidades por sus supuestas influencias en el Poder Judicial.
Otro de los temas que distanció a Carrió de Macri este año fue el tratamiento del proyecto para legalizar el aborto, que impulsó el Poder Ejecutivo, y que logró la aprobación de la Cámara de Diputados, pero que finalmente fue rechazado en el Senado. Siempre fue conocida la postura de Lilita contraria a legalizar la interrupción voluntaria del embarazo.
A mediados de junio, en uno de los últimos encuentros que mantuvieron en la residencia de Olivos, Macri recibió a Carrió para cerrar heridas tras el debate del tema en Diputados.
El último tema del año que parece ponerlos de la vereda de enfrente es el proyecto de ley de financiamiento de las campañas electorales, que será tratado por el Senado en sesiones extraordinarias, luego de que Carrió frenara su tratamiento en Diputados y expresara su rechazo a la iniciativa.
“Voy a votar en contra del aporte de empresas a los partidos políticos, de acuerdo con la doctrina histórica de la CC ARI, porque esto es los que permite mantener la independencia para defender al pueblo. No me importa lo que opine el Presidente, sostengo lo mismo que decimos desde hace 25 años”, publicó el 4 de diciembre en Twitter, en uno de sus últimos posteos.
Mientras algunos se ilusionan con un encuentro cara a cara antes de fin de año, para recomponer la relación a tono con el espíritu navideño, lo cierto es que cerca de Carrió ven muy lejana esa posibilidad, porque, además, tampoco ven desde el Gobierno un guiño en ese sentido.
Por estas horas, la líder de la CC define su futuro político frente al año electoral que pondrá en juego la continuidad de Cambiemos en el poder. Por lo pronto, ya inició los trámites para su jubilación.